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The Full Diamante
Make it Yours
The Superman zipline lived up to all my heart pounding expectations and then some.

I had heard about Diamante Eco Adventure Park even before moving to the Gold Coast area of Costa Rica.  Looking forward to my first visit to the park, I could barely contain my excitement about the thrill of experiencing Central America’s longest dual action zipline. There had to be a good reason why this so-called Superman line is ranked in the world’s top five of its class. 

 

On arrival, we entered the gates and drove to the parking area, where a shuttle bus took us up the steep incline to the Diamante office. Being greeted with the full open Pacific panorama off Playa Matapalo was spectacular. The sense of tranquility was mesmerizing as we relaxed and enjoyed the view until everyone in our group arrived. Still, my anticipation of the coming adrenalin rush was no less intense during the wait.

 

In due course, I discovered for myself what all the fuss is about. The Superman zipline lived up to all my heart pounding expectations and then some. One of the interesting features I noticed was the self-braking system. Its advantages became apparent when a couple of older people in front of me were descending, and I wondered how they would handle stopping. Then it was my turn to be put on the line and sent whizzing down. Nearing the end, I realized that almost anyone can enjoy this experience regardless of athletic ability, thanks to the mechanism that automatically slows you down for a comfortable landing. 

Simulated wildlife habitats

 

After finishing the lines, we made a tour of the Diamante animal sanctuary. It was a rare opportunity to marvel up close at iconic Costa Rican species in natural enclosures that simulate their wildlife habitats. These animals are very well cared for, having been rescued and rehabilitated in circumstances that would make release into the wild not feasible for various reasons. 

 

Walking over the swinging bridge, we peered down at the hungry crocodiles, in awe of their massive size and power. The jaguar brothers, their playfulness belying a fierce appearance, seemed to be consciously entertaining the onlookers. A puma simply stared us down as we observed. Monkeys chattered and played to their audience’s delight. The highlight was seeing Lucy, Diamante’s legendary sloth and her companions. By lucky coincidence, we encountered her on the ground instead of in the canopy, where sloths spend most of their time. 

 

Entering the birdcage, we were also richly rewarded at the sight of so many species, including a stunning toucan. Lots of talkative parrots wanting to converse and a background chorus of chirping chorus enhanced our multisensory experience

 

We ended our visit to Diamante with a wonderful buffet lunch, again sitting back and relaxing against the magnificent ocean backdrop. We were already planning a future return trip for a  horseback riding adventure, either in the backwoods or on the beach, and some ATV fun.

 

Diamante Eco Adventure Park is a short 20-minute drive from Playas Del Coco, and about 40 minutes from the Playa Flamingo area. 

 

El diamante completo 

¡Hágalo suyo! 

El canopy Superman cumplió todas mis expectativas de adrenalina y mucho más.

 

Yo ya había escuchado de Diamante Eco Adventure Park antes de mudarme a la zona de la Costa Dorada de Costa Rica. Anticipando mi primera visita al parque, apenas podía contener mi entusiasmo por la ganas de tirarme en el canopy de doble acción doble más largo de Centroamérica. Además, tenía que haber una buena razón por la cual este tipo de cable llamado Superman está clasificado entre los cinco mejores del mundo.

 

Al llegar, entramos y nos dirigimos a la zona de estacionamiento, donde un autobús nos recogió y nos llevó por una empinada cuesta hasta la oficina de Diamante. Ser recibido por un panorama abierto del océano Pacífico y ver la playa Matapalo fue espectacular. La sensación de tranquilidad fue fascinante. Nos relajamos y disfrutamos de la vista a la espera de que llegaran los demás integrantes de nuestro grupo. Aún así, mi anticipación de la inminente descarga de adrenalina mantuvo su intensidad durante la espera.

 

A su debido tiempo, descubrí por mí mismo de qué se trataba todo ese alboroto. El canopy de Superman cumplió todas mis expectativas y mucho más. Una de las características interesantes que noté fue el sistema de frenado. Sus ventajas se hicieron evidentes cuando, delante de mí, un par de personas mayores descendieron y me pregunté sobre cómo manejarían el aterrizaje. Luego, fue mi turno de tirarme a toda velocidad. Al llegar al final, me di cuenta de que, independientemente de su habilidad atlética, casi que cualquier persona puede disfrutar de esta experiencia, gracias al mecanismo de frenado automático.

Hábitats de vida silvestre simulados

 

Después de terminar los cables del canopy, hicimos un recorrido por el santuario de animales de Diamante. Fue una oportunidad única para admirar de cerca las icónicas especies costarricenses en recintos naturales que simulan sus hábitats en la vida silvestre. Estos animales están muy bien cuidados, ya que han sido rescatados y rehabilitados bajo circunstancias que harán que la liberación a la naturaleza no sea factible por diversos motivos.

 

Mientras caminábamos por el puente colgante, miramos los cocodrilos hambrientos, muy asombrados por su enorme tamaño y poder. Los hermanos jaguar, con su alegría ocultaban su apariencia feroz, hasta parecían estar entreteniendo conscientemente a los espectadores. Un puma simplemente nos miró mientras lo observábamos. Los monos charlataneaban y jugaban para deleitar a su audiencia. Pero lo más destacado fue ver a Lucy, la famosa perezosa de Diamante, y sus compañeros. Por casualidad, la encontramos en el suelo en lugar de colgada de las ramas del árbol, donde los perezosos pasan la mayor parte del tiempo.

 

Al entrar en la jaula de pájaros, fuimos recompensados al ver una enorme cantidad de especies, incluido un deslumbrante tucán. También había muchos loros hablantines que deseaban conversar y en el fondo un coro que realzaba nuestra experiencia multisensorial.

 

Cerramos nuestra visita en Diamante con un delicioso almuerzo bufé. Terminamos nuevamente sentados y relajados admirando el magnífico océano Pacífico en el fondo. Incluso, por la experiencia vivida, ya estábamos planeando nuestro próximo viaje al parque y que esta vez incluyera una aventura montando a caballo por el bosque o la playa, y un poco de diversión manejando cuadraciclos.

 

Diamante Eco Adventure Park se encuentra a 20 minutos en carro de playas del Coco y a unos 40 minutos de la zona de playa Flamingo.

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