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Al ver la colección cada vez mayor de pinturas que se exhiben en la casa de su familia cerca de Toronto, es posible que nunca adivine que la artista tiene solo 8 años. Pero a partir de los motivos inspirados en la naturaleza y los colores resplandecientes, puedes detectar indicios de influencias tropicales en su joven vida.

Fotos: Stephanie Michel

De hecho, Sophia Victoria Berger tiene amplias raíces costarricenses. Sus padres nacieron y se criaron en Escazú: Kyle Berger, piloto de Air Canada y fotógrafa profesional Stephanie Michel. Cuando Sophia nació en octubre de 2013, vivían en Winnipeg, una ciudad de las praderas canadienses conocida por sus inviernos fríos y veranos calurosos. 

Con solo dos meses de edad, Sophia viajó con su mamá y su papá a Costa Rica para la primera de muchas visitas regulares con familiares y amigos.
“Desde entonces ha estado expuesta a los colores brillantes y vibrantes de Costa Rica”, dice Stephanie. “Ella ama la playa; ese es su lugar favorito y le gusta nadar en las refrescantes aguas del océano”. 

Stephanie recuerda que la pasión de su hija por el dibujo se demostró a una edad temprana. “Le encantaba dibujar y pintar, y prefería estar sola en lugar de jugar con su hermano, Lucas”.

A los 4 años, Sophia creó su primera pintura de acuarela en la clase de jardín de infantes. Ambos padres reconocieron un talento y querían que ella explorara más su creatividad. Así que inscribieron a Sophia en lecciones de pintura, a las que todavía asiste todas las semanas. De lo contrario, pasa innumerables horas pintando en su propio rincón de arte en casa. 

Mientras tanto, fue a través de sus clases de arte que Sophia también descubrió su pasión por trabajar con arcilla, señala Stephanie. “Ella ha hecho muchas figuras de animales con arcilla, sobre todo disfrutando el proceso de trabajar con sus manos, ensuciarse y luego hornear su escultura”. 

No hay duda de que la inspiración de Sophia viene de visitar diferentes lugares, especialmente Costa Rica, afirma su mamá. “Le encanta pintar paisajes y animales con colores vivos que reflejen lo que recuerda cuando visita un lugar”. 

Su artista favorito, Frida Kahlo, inspira el disfrute paralelo de Sophia de crear retratos: autorretratos y rostros de otros. Ella sueña con visitar la Ciudad de México, donde Frida vivió, y aprender más sobre el legendario artista. 

Sin necesidad de finalizar sus planes de carrera en el corto plazo, Sophia sueña con convertirse en arquitecta o diseñadora de moda, mientras continúa pintando. Por ahora, su familia la alienta a explorar su creatividad de cualquier manera que disfrute.

“Estamos muy orgullosos de ella por hacer algo que ama, y ​​con tanta pasión y gracia”, dice Stephanie.

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