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Criaturas esquivas de Costa Rica

Costa Rica es un tesoro escondido de biodiversidad, hogar del 5% de las especies del mundo a pesar de representar solo el 0.03% de la superficie de la Tierra. Si bien los turistas acuden en masa para ver los animales más populares, como los monos aulladores, las guacamayas rojas y los perezosos, algunas criaturas son un poco más esquivas y requieren buen ojo, mucha paciencia y, a veces, simplemente pura suerte para detectarlas.

 

Tapir de Baird

 

Entre los pesos pesados ​​de la vida silvestre costarricense se encuentra el tapir centroamericano. Con una apariencia que recuerda a una mezcla entre un rinoceronte y un elefante, es un espectáculo digno de contemplar. Este mamífero herbívoro prefiere la soledad del denso bosque y las horas nocturnas, lo que hace que los encuentros sean raros. 

 

Quetzal resplandeciente

 

Una verdadera joya de los bosques nubosos, el Quetzal Resplandeciente es apreciado por sus plumas iridiscentes. Encontrar uno puede ser un desafío. No sólo son tímidos, sino que también prefieren hábitats de gran altitud, a menudo hasta 3000 metros sobre el nivel del mar. Los observadores de aves consideran que avistar un Quetzal resplandeciente es un logro de toda la vida.

 

Jaguar

 

El Jaguar, el tercer felino más grande del mundo, es materia de leyendas en Costa Rica. Altamente esquivos, estos animales solitarios son capturados con más frecuencia por cámaras de rastreo que vistos en persona. Se encuentra con mayor frecuencia en el Parque Nacional Corcovado, incluso allí los avistamientos son extremadamente raros. Echar un vistazo a esta majestuosa criatura es un momento digno de apreciar.

 

ocelote

 

Otro felino reservado, el ocelote, prospera en las tierras bajas de Costa Rica. Ligeramente más grandes que un gato doméstico, estos animales son nocturnos y asustadizos. Si tiene suerte, puede ver uno durante un recorrido nocturno en Tortuguero o el Parque Nacional Santa Rosa. 

 

Ranas de cristal

Llamadas así por su piel translúcida que muestra sus órganos internos, las ranas de cristal son pequeñas, fascinantes y no fáciles de encontrar. Les encanta pasar el rato en la parte inferior de las hojas y son más activos durante la temporada de lluvias. Si buscas ver uno, lo mejor que puedes hacer es salir con un guía especializado durante una caminata nocturna.

Detectar cualquiera de estas esquivas criaturas es como ganarle la lotería a los naturalistas. Entonces, si estás en Costa Rica, mantén los ojos bien abiertos y tu cámara lista. Nunca se sabe con qué rara maravilla te puedes topar.

Cuéntanos sobre tus encuentros con estas maravillosas criaturas.

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