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Las redes sociales son todo menos sociales.

A medida que se acumulan nuestros avances tecnológicos, ¿estamos sacrificando las culturas regionales del mundo?

Recuerdo cuando visité México hace años, rara vez veías teléfonos celulares usados ​​por los lugareños. Sin embargo, cada chabola tenía una conexión satelital para la televisión. Al año siguiente, en mi viaje anual, de repente todos tenían teléfonos celulares.

Las culturas de América Latina están arraigadas en sus tribus indígenas, arte, comida y danza. Hoy ves a los jóvenes con la cara en el celular y apenas levantan la vista para ver si hay tráfico al cruzar una calle.

Esto no es solo un caso de América Latina, es mundial. El temor de que la nueva generación no adopte la cultura y el patrimonio que construyeron su sociedad es real. La tecnología, mientras mejora nuestras vidas, también arruina la base sobre la que estamos cimentados.

La naturaleza social de las personas se está perdiendo. Cada vez confiamos más en los aparatos que supuestamente nos hacen la vida más fácil. ¿Alguna vez te has sentado en un restaurante y has visto a todos en la mesa enviando mensajes de texto o haciendo búsquedas con sus teléfonos? Es triste que la comunicación haya evolucionado hacia nuestros gadgets, en lugar de una sonrisa, un saludo y una buena conversación. 

El arte de charlar simplemente se está perdiendo. Las redes sociales son todo menos sociales. El factor de jactancia de dónde estás, qué estás comiendo o comprando ha tomado el control. ¡Influencers!

¿Cómo recuperamos el control de nuestra vida social? ¿Puede incluso dejar un teléfono celular sin levantarlo cada pocos minutos? Haz una prueba y mira cuánto tiempo puedes estar sin levantar tu celular para ver si a alguien le ha gustado tu comentario o te ha enviado un mensaje de texto. ¿Es realmente tan importante que pases la mitad del día con la nariz pegada a un teléfono o un dispositivo electrónico?

Hemos estado encerrados durante más de un año y, por necesidad, recurrimos a las reuniones de Zoom no solo por motivos de trabajo sino también para el contacto personal. ¿Cómo salimos del cierre y comenzamos a involucrar a las personas una vez más?

Al principio del cierre, hice la declaración de que sería difícil sacar a las personas del nuevo nivel de comodidad que tienen dentro de su propio entorno. Tenemos que empezar a salir y hacer que el mundo vuelva a moverse con normalidad. 

Volviendo a nuestras culturas: ¿cómo mantenemos a las nuevas generaciones interesadas en su pasado para que se relacionen con la historia que los hizo? Facebook e Instagram no están promoviendo la sociedad, están promoviendo la naturaleza propia. La historia que ha formado todas nuestras culturas es sumamente importante y debe enseñarse, transmitirse y celebrarse. 

Necesitamos ver a los niños jugar nuevamente y aprender a trabajar en equipo en lugar de ser autosuficientes. 

 

Cuando visité muchos países extranjeros, fue muy interesante ver cómo la plaza del pueblo se llenaba por la noche con gente socializando. Las Ramblas de Barcelona se llenaron de paseantes que disfrutaban de la compañía de los demás.

Necesitamos recuperar esto para seguir avanzando con una sociedad saludable.

Intente apagar su teléfono y computadora durante un día completo. Recupere su vida de la electrónica que actualmente lo controla.

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