Notable

Esta característica de criatura destaca las características distintivas de tres animales costarricenses.

Rana de vidrio reticulado

La rana de cristal reticulada es pequeña y tiene un color distintivo con manchas grandes de color amarillo pálido sobre un fondo verde, salpicadas de pequeñas manchas negras que imitan su propia nidada de huevos. Este divertido amiguito se puede observar en el envés de las hojas a lo largo de las orillas de los arroyos en la selva tropical donde la hembra deposita sus huevos. El macho cuida los huevos las 24 horas del día, los 7 días de la semana y usa su camuflaje para emboscar y comerse a las moscas que vienen a poner sus huevos en la masa de huevos de rana. Protegerá hasta tres nidadas de huevos en varias etapas de desarrollo que su pareja ha puesto durante varios días, y se defiende agresivamente de otras ranas macho de su territorio.

Peripatus (gusano de terciopelo)

El peripatus de Costa Rica, o gusano de terciopelo, es un pantrópodo alargado, de cuerpo blando y con muchas patas, a menudo comparado con orugas y babosas. Los gusanos arrojan una baba pegajosa que se usa para defenderse y atrapar insectos para comer. Sin embargo, no son una amenaza para los humanos.

Para evitar que se sequen, los gusanos viven en ambientes húmedos, como la cubierta de hojas en el suelo de la selva tropical. Los comportamientos de apareamiento de estas criaturas secretas rara vez se han observado. Son inusuales porque dan a luz a crías vivas.

Tamandúa del norte

El tamandúa del norte es un oso hormiguero que vive en los árboles y se encuentra en todo Costa Rica. Recoge hormigas y termitas con la lengua y depende de su molleja para moler su comida ya que no tiene dientes. El tamandua usa sus fuertes garras delanteras para escalar, desgarrar árboles para obtener su comida y para defenderse. La hembra normalmente da a luz a un solo bebé, que carga sobre su espalda y amamanta hasta que puede valerse por sí mismo. Este oso hormiguero está en la lista roja de especies amenazadas de la UICN.