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Pinceladas de Magia y Poesía

Proveniente de la destacada ciudad portuaria de Puntarenas en el Golfo de Nicoya, el artista costarricense Hernán Pérez Pérez creció en un entorno náutico de imágenes infinitas. Sus bocetos de joven representaban el océano, el estuario y los manglares, en colores extraídos literalmente de la naturaleza. Sin materiales de arte locales, Pérez experimentó con pigmentos de mampostería, mezclándolos con carbón molido, tiza raspada y conchas pulverizadas.

“No había un día sin dibujar y pintar para mí”, nos cuenta Pérez. “Incluso extraía jugos de enredaderas para obtener los colores vitales apropiados. Al recolectar el hollín de una lámpara de aceite, pude aprender a crear los pigmentos”.

Hijo de un joyero, Hernán pasaba horas contemplando los montajes de joyas y piedras preciosas, observando a los artesanos forjar hermosas piezas veteadas y muy pulidas. Con la riqueza de esos detalles y superficies grabadas en su mente, aprendió a imitar su esencia en sus lienzos. Se volvió experto en encontrar los tonos precisos y las mezclas de colores requeridas en sus imágenes contrastadas.

evolución urbana

Habiendo dominado el uso de compuestos disponibles para capturar los matices y matices de su tema, Pérez luego se mudó a los grandes suburbios de San José. Allí sus pinturas evolucionaron hacia paisajes agrestes y representaciones de cabañas agrupadas y escalonadas, desde una perspectiva casi cubista con detalles exquisitos. Fue durante este tiempo que Hernán estudió lo esencial de la pintura en la Escuela Casa del Artista. Las diversas técnicas que aprendió allí incluyeron acrílico, acuarelas, tizas al óleo, temple al huevo (pintura al óleo que utiliza una yema de huevo cruda como aglutinante, mezclada con agua y pigmentos), porcelana y esmaltado sobre superficies de metales preciosos.

“Los turistas viajan durante horas para visitar Costa Rica y tal vez pasar por nuestras selvas y vislumbrar la vida silvestre”, afirma Pérez. “Mientras tanto, para mí, todo es tan cercano y de fácil acceso, y agradezco todos los días por eso. Y en un acto mágico y poético, trato de restaurar el mundo en el que vivieron mis abuelos y reinventar la tierra prometida. Estoy convencida de que mi arte debe tener relación con este entorno que nos forma y moldea. Cualquier otra cosa sería ir contra la corriente”.

'Trato de restaurar el mundo en el que vivieron mis abuelos y reinventar la tierra prometida'.

Visión personal entrelazada

Usando una bolsa de compras como recurso visual, muchas de las pinturas de Pérez, como “Arenal” y “El Malinche”, le permiten entrelazar varias imágenes con su propia visión personal. En ellos el espectador disfruta de tres cuadros dentro de un mismo lienzo. Las bolsas, al igual que los paisajes que rodean el tema central, tienen un tratamiento técnico a base de pintura derramada. Con el vertido no se utilizan cepillos.  

En “Arenal”, el tema central es un jabón (vaquero) pastoreando equinos en una llanura en la región del Arenal de Guanacaste. Tiene un tratamiento tradicional a base de pinceladas y veladuras transparentes, consiguiendo una mezcla entre lo moderno y lo clásico.

En su serie de 2019, Hernán trabajó con el color y el movimiento para capturar historias y teatro atemporales. “Romeo y Julieta” retrata sobre lienzo una historia llena de amor y pasión, simbolizada con rojos de fondo y flores sugeridas en bajorrelieve. 

“Diversiones en tiempos de COVID-19”, es una nueva serie que Pérez concibió mientras se encontraba en cuarentena durante la pandemia actual.  

“Aquí trato de representar imágenes de frutas y verduras, y rostros humanos con diversas expresiones emocionales”, explica. “Aunque son verdaderas diversiones, su tratamiento es serio, con una técnica muy lograda debido a mis muchos años de práctica pictórica.”

Para obtener más información sobre Hernán Pérez Pérez, visite nuestro sitio web en www.HiddenGardenArt.com o póngase en contacto con nosotros en info@HiddenGardenArt.com

Crédito de la imagen: Fotos cortesía de Hidden Garden Art Gallery