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La agricultura siempre ha sido de vital importancia para la autosostenibilidad de Costa Rica, además de desempeñar un papel integral en el Producto Nacional Bruto durante más de dos siglos. Los diversos climas del país aseguran que una amplia variedad de frutas y verduras puedan prosperar, al tiempo que dictan dónde se cultivan mejor estos cultivos comerciales. 

 

El café, específicamente, se cosecha de plantas cultivadas en las regiones montañosas más frías. Ha sido el principal producto de exportación de Costa Rica desde finales del siglo XVIII. 

 

La introducción de las grandes empresas internacionales en la ecuación económica ha resultado en plantaciones monoagrícolas que producen únicamente uno de los siguientes tres mayores cultivos de exportación de alimentos: bananas, piñas o azúcar. 

 

En general, la producción de frutas y verduras de Costa Rica representa alrededor del 10% de la economía del país, y comprende alrededor de una quinta parte de su fuerza laboral. La agricultura, a su vez, utiliza alrededor del 10% de la tierra del país. Es una inversión compacta con rendimientos muy altos.

 

Sostenibilidad a pequeña escala

 

La verdadera sorpresa es que la economía agrícola de Costa Rica ha mantenido un ambiente familiar: casi la mitad de las fincas aquí tienen menos de 10 hectáreas (alrededor de 25 acres) de tamaño. La agricultura sostenible se ha practicado durante siglos, pero técnicas como la rotación de cultivos se están adoptando cada vez más. Los agricultores han aprendido, por ejemplo, que sembrar tomates o legumbres en la misma área donde se sembró maíz la temporada anterior repone el nivel de nitrógeno del suelo. 

 

Además, se están demostrando los beneficios de la “plantación complementaria”. La incorporación de disuasivos de insectos naturales como la menta y la hierba de limón con plantas vegetales mantiene a raya a los insectos invasores como el escarabajo japonés que busca alimento, al mismo tiempo que produce un cultivo secundario de hierbas. 

 

Muchos agricultores ticos han descubierto los inconvenientes de la técnica de “tala y quema”. Cada vez más, están optando por la reforestación y la tala selectiva de árboles, reconociendo los beneficios a largo plazo de estas prácticas. 

 

Perspectiva ambiciosa

 

Estos experimentos de agricultura orgánica de base se han convertido en la placa de Petri para el futuro a gran escala de la agricultura en Costa Rica, que tiene como objetivo convertirse en el primer país neutral en carbono del planeta.

 

Irónicamente, todas estas técnicas agrícolas han sido empleadas por la nación indígena Bribri de Costa Rica durante al menos 3,000 años. Especialmente en la región de Talamanca, los bribris practican una agrosilvicultura de subsistencia. Cosechan el crecimiento natural debajo del dosel del bosque mientras rotan su vegetación introducida dentro del bosque. El reciclaje de nutrientes es en forma de guano de murciélago y compostaje para reponer el suelo, disuadiendo así a los insectos y otros depredadores de plantas.

 

Adoptar prácticas centenarias que han mantenido a Costa Rica como un jardín tan abundante puede ser la clave para progresar en varios frentes prometedores.

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